"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes
23-02-1985, el Tribunal Constitucional reconoce la libertad de cátedra a TODOS los docentes, sea cual fuere el nivel de enseñanza en el que actúan –no se circunscribe por tanto exclusivamente al ámbito universitario.Tribunal Constitucional, Auto número 423/2004 se afirma: "[…] este derecho fundamental -como libertad individual del docente- es una proyección de la libertad ideológica y del derecho a difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones que cada profesor asume como propias en relación con la materia objeto de su enseñanza […]" "[…] el contenido de la libertad de cátedra lo podríamos considerar como el derecho de CUALQUIER profesor, de CUALQUIER nivel educativo a que, por razón de su puesto docente, pueda desempeñar su trabajo de acuerdo con sus conocimientos y sin estar sometido a ningún mandato de AUTORIDAD PÚBLICA o privada[…]"

martes, 10 de junio de 2014

TIPOLOGÍA TEXTUAL JUNIO

TIPOLOGÍA TEXTUAL.


Recuerda que debes redactar las respuestas (sujeto, verbo y complementos) para que se consideren hechas. Se está valorando la capacidad de redacción, la competencia comunicativa y la madurez. Solamente se emplearán bolígrafo azul (respuestas) y negro (preguntas). O todo en azul.






El texto es la máxima unidad comunicativa. Tiene cuatro propiedades básicas: corrección (sigue las normas ortográficas y gramaticales), coherencia (proporciona la unidad de sentido) , cohesión (proporciona la relación de las partes del texto mediante elementos lingüísticos) y adecuación (adapta el texto a las reglas contextuales-sociales). Si alguna falla, ya no se considera un texto y no tendrá éxito comunicativo. Tener en cuenta estas cuatro propiedades es básico para una buena competencia comunicativa.
El texto puede clasificarse por diversos criterios: código, intención, tema forma discursiva.
SEGÚN CÓDIGO
VERBAL (emplea palabras)
ORAL
ESCRITO
NO VERBAL (no palabras)
Movimientos, gestos, miradas, tono, vestuario, posturas…
Lengua de los abanicos, de los colores, de tráfico…
SEGÚN INTENCIÓN
INFORMAR
PERSUADIR
ESTÉTICA
DIDÁCTICA
ETC.
SEGÚN TEMA
LITERATURA
Texto que emplea la palabra para crear belleza
HUMANÍSTICO
Centrado en el ser humano
CIENTÍFICO –TECNOLÓGICO
Se refiere a las ciencias de la naturaleza y la tecnología que facilitan nuestra vida
PERIODÍSTICO
Publicados en prensa escrita y oral sobre asunto de actualidad
PUBLICITARIO
pretende convencer para vender un producto
JURÍDICO-ADMINISTRATIVO
Leyes y textos que regulan la convivencia social
SEGÚN FORMA DISCURSIVA
NARRATIVO
Una voz (narrador) relata unos hechos (acción) acaecidos a unos personajes en un tiempo y espacio determinados
DESCRIPTIVO
Presenta las características de una realidad (paisaje, persona, costumbres)
DIALÓGICO
Muestra las palabras de varios interlocutores
ARGUMENTATIVO
Pretende convencer de una tesis mediante justificaciones o argumentos
EXPOSITIVO
Muestra la realidad de manera objetiva

TEXTO NARRATIVO
1.       DEFINICIÓN
El texto narrativo es una forma elocutiva o discursiva en la que una voz (narrador) relata unos hechos (acción) acaecidos a unos personajes en un tiempo y espacio determinados. Existen dos tipos de textos narrativos: los literarios (como una novela) y los no literarios (una noticia)
2.       ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN
Los elementos de la narración son: narrador, acción, personajes, espacio y tiempo.
El narrador es quien  relata los hechos. Si lo sabe todo y es capaz de entrar en la mente de sus personajes, es omnisciente (siempre en tercera persona). Si solamente sabe lo que puede apreciar por los sentidos, es objetivista (en tercera, segunda o primera persona).
La decir, los hechos, pueden organizarse de varias formas, pero lo más común es emplear la estructura clásica: planteamiento (presentación de personajes y problema), nudo (desarrollo del problema) y desenlace (resolución del problema).
Los personajes pueden dividirse por su forma y por su función. Por su forma son redondos (son tan complejos como los seres humanos) o planos (sólo representan una característica, como en los cuentos). Por su función, pueden ser principales (protagonista y antagonista), secundarios (ayudantes y oponentes) y terciarios  (empleados para dar verosimilitud, como los extras de las películas).
En cuanto al tiempo, pueden relatarse los hechos en pasado (retrospectivo), del presente  (simultáneo, como en un partido de fútbol) o del futuro (prostpectivo). Además, suelen aparecer expresiones que delimitan el tiempo: <<Érase una vez>>, <<tres días después>>.
Respecto al espacio, los  personajes y hechos necesitan ubicarse no solamente en un tiempo, también en un lugar.

CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS
El texto narrativo relata acciones, por eso destacan los verbos, que son las palabras que se refieren a las acciones.
Cada vez que hay luna llena yo cierro las ventanas de casa, porque el padre de Mendoza es el hombre lobo y no quiero que se meta en mi cuarto. En verdad no debería asustarme porque el papá de Salazar es Batman y a esas horas debería estar vigilando las calles, pero mejor cierro la ventana porque Merino dice que su padre es Jocker, ý Jocker se la tiene jurada al papá de Salazar.
Todos los papás de mis amigos son superhéroes o villanos famosos, menos mi padre, que insiste en que él sólo vende seguros y que no me crea esas tonterías. Aunque no son tonterías porque el otro día Gómez me dijo que su papá era Tarzán y me enseñó su cuchillo, todo manchado de sangre de leopardo.
A mí me gustaría que mi padre fuese alguien, pero no hay ningún héroe que use corbata y chaqueta a cuadritos. Si yo fuera hijo de Conan, Skywalker o Spiderman, entonces nadie volvería a pegarme en el recreo. Por eso me puse a pensar quién podría ser mi padre.
Un día se quedó leyendo el periódico y lo vi todo flaco y largo en el sofá, con sus bigotes de mosquetero y sus manos pálidas, blancas blancas como el mármol de la mesa. Entonces corrí a la cocina y saqué el hacha de cortar la carne. Por la ventana entraban la luz de la luna y los aullidos del papá de Mendoza, pero mi padre ya grita más fuerte y parece un pirata de verdad. Que se cuiden Merino, Salazar y Gómez, porque ahora soy el hijo del Capitán Garfio.
La pesadilla de Peter Pan. Fernando Iwasaki.
1.       Lee el texto y resúmelo entre cinco a ocho líneas.
2.       Señala el tema del texto (recuerda: en una línea o línea y media y siempre redactando).
3.       Explica qué tipo de narrador cuenta la historia.
4.       Indica la estructura del texto, es decir, desde dónde a dónde ocupa el planteamiento, el nudo y el desenlace.
TEXTO DESCRIPTIVO
1.       DEFINICIÓN.
El texto descriptivo es una forma discursiva por la que el emisor pretende compartir una imagen mental con el destinatario, para ello presenta las características de esa realidad; por eso se dice que es pintar con palabras. La descripción puede ser literaria o no literaria.
2.       TIPOS DE DESCRIPCIÓN.
Existen muchos tipos de descripción, pero nos interesa la de personas y personajes. Se dividen en tres clases según los rasgos descritos: etopeya (rasgos de la personalidad o carácter). Prosopografía (rasgos físicos) y retrato (suma de ambos rasgos).
3.       CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS
Como en el texto descriptivo se pretenden mostrar características de una realidad, la categoría gramatical más empleada es el adjetivo calificativo. También se utilizan verbos, pero no son de acción, sino de estado (ser, estar, parecer).
ACTIVIDADES
1.       Indica por qué son descripciones estos tres textos.
2.       Señala de qué tipo, justificando tu respuesta.
a)      Era un hombre pacífico, suave, moroso, muy sentimental, muy tierno de corazón, maniático de la música y de las historias maravillosas, buen parroquiano del gabinete de lectura de alquiler que había en el pueblo. Era guapo a lo romántico, de estatura regular, rostro ovalado pálido, de hermosa cabellera castaña, fina y con bucles, pie pequeño, buena pierna, esbelto, delgado, y vestía bien, sin afectación, su ropa humilde, no del todo mal cortada.

b)      Y todo por esa mocosa de enfermera […] No hay más que mirarla para darse cuenta de quién es, con esos aires de vampiresa y ese delantal ajustado, una chiquilina de porquería que se cree que es la directora de la clínica.
Julio Cortázar, La señorita Cora
c)       Otli tenía el pelo corto y erizado, rojo como una zanahoria, y las orejas gachas de soplillo. Era delgado y alto con la piel llena de pecas. Pero éstas no eran los graciosos puntillos que con frecuencia caen tan bien en las narices respingonas de las chicas. Otli tenía todo el cuerpo blanco y marrón como un perro foxterrier; como si se hubiese puesto cerca de un pintor que le pulverizase de marrón en una pared blanca.
Christine Nöstlinger, Filo entra en acción

2.       Señala la comparación que aparece en el texto c.

TEXTO DIALÓGICO
3.       TEXTO DIALÓGICO.

El texto dialógico es una forma discursiva por la que varias personas (textos no literarios) o personajes (en textos literarios) intervienen en una comunicación mediante palabras. El diálogo es un texto muy empleado (conversación, entrevista).

En la literatura aparece como forma constitutiva en el teatro, pero puede incluirse tanto en la lírica como en la épico-narrativa. En ésta, es el narrador quien selecciona las palabras del personaje que va a contar. Puede hacerlo de tres maneras: en estilo directo, indirecto o en indirecto libre. Con el estilo directo, el narrador presenta las palabras del personaje tal como las dijo y las separa bien de las suyas mediante varias marcas: la raya (no confundir con el guion) y los verbos dicendi.

—¡Jopelines, no tengo vestido para la fiesta!—exclamó Cenicienta.

Si se citan palabras, pueden ponerse en cursiva o entre comillas españolas o latinas, no las inglesas.

Cenicienta exclamó: ¡Jopelines, no tengo vestido para la fiesta!
Cenicienta exclamó: <<¡Jopelines, no tengo vestido para la fiesta!>>

En cuanto al estilo indirecto, es el narrador quien selecciona las palabras del personaje y las cuenta cambiando el tiempo y la persona  e incluso el registro ideomático. Es el estilo que debéis emplear cuando resumís. Se sigue utilizando el verbo dicendi (decir, exclamar,   preguntar) pero seguido de la conjunción que.

Cenicienta exclamó que no poseía vestido para la fiesta.
El estilo indirecto libre es el más empleado en la actualidad desde el movimiento literario denominado Realismo. En este caso, las palabras del narrador y del personaje no van separadas de ninguna manera. Es el lector el que ha de intuirlas, fundamentalmente por el registro idiomático, porque el tiempo y la persona aparecen en pretérito y en tercera.
¡Jopelines! Cenicienta no tenía vestido para la fiesta.
Adiós, Betsabénuncaduerme
A los pocos días de la vuelta, a punto de iniciar ya el cur­so escolar a cargo de los profesores habituales, mi padre, como era costumbre en él, sin introitos ni preámbulos, nos anunció que, en cuestión de un par de semanas a lo sumo, Betsabé debía irse. En Israel habían sido localiza­dos unos parientes que querían tenerla a su lado. Así que, en consecuencia, partiría para Tel Aviv, a vivir con ellos. Y, antes de que ninguna de las dos, que lo escu­chamos consternadas, pudiéramos abrir la boca para protestar o quejarnos, nos puntualizó que era algo que nos había advertido de antemano, y que, por tanto, no debía significar una sorpresa para ninguna de nosotras. Y sonriendo, añadió que aquella separación no tenía que suponer en modo alguno una ruptura de nuestra amis­tad, porque, si de verdad nos estimábamos, la man­tendríamos a toda costa, a pesar de la distancia, como había sucedido entre él y su padre. Podíamos escribirnos a diario e, incluso más adelante vernos: ella vendría y yo iría, y tal intercambio nos resultaría recíprocamente fructífero.
Sus palabras eran razonables, pero no borraron nuestra tristeza. Aquella noche no me contó ninguna de sus his­torias, ni yo le pedí que lo hiciera. Las dos tratamos de que la otra no oyera los sollozos que nos sacudían de tantísima pena como sentíamos.
—Adiós, Gruñigruñi —me dijo al abrazarme el día de la despedida.
—Adiós, Betsabénuncaduerme —le contesté, logrando a duras penas que mi voz sonara firme.
Se fue con el ángel bizco y con Secreto, y me dejó el recuerdo de su voz narrándome sus historias impaga­bles.
Carmen gómez ojea
Betsabé nunca duerme
Edelvives

1. Transforma la narración del primer párrafo del texto de estilo indirecto en estilo directo e indica los cambios que has realizado.

TEXTO ARGUMENTATIVO.
Puede estudiarlo de las fotocopias con los ejercicios que se seleccionaron para realizar y que no entregó.
¿Por qué estudiar?
La adolescencia es el «despertar de la personalidad». Es la insatisfacción con la conducta excesivamente dócil, dependiente y conformista de la infancia. Es la necesidad de pensar por propia cuenta; de adoptar decisiones libres y posturas personales; de hacer algo interesante con la propia vida.
Todo esto es positivo; es síntoma de progreso, de maduración personal. Una manifestación del crecimiento interior propio de la adolescencia es empezar a dudar de muchas cuestiones y expresar las dudas en forma de pregunta. Se duda, principalmente, de lo que se ha venido haciendo hasta ese momento a propuesta de los padres y profesores: por ejemplo, de la necesidad de estudiar.
Tú mismo has hecho más de una vez esta pregunta: ¿por qué estudiar? Es una «pregunta-protesta».
Preguntas por qué estudiar porque no estás convencido de que sea necesario para tener éxito en la vida. También porque la vida del estudiante (con tantas clases, exámenes, horas de estudio, exigencia de los padres y sin dinero en el bolsillo) te parece una vida demasiado larga y demasiado sacrificada.
Tu pregunta expresa una duda: la de que existan causas y razones que muevan a estudiar.
Hay estudiantes que estudian, pero lo hacen obligados por sus padres, «porque no hay más remedio». Otros estudian solo o principalmente lo que les gusta y cuando les «apetece». Otros estudian el mínimo para aprobar y «pasar». Otros se limitan a seguir las indicaciones del profesor, sin ninguna meta de estudio propio y sin iniciativa personal.
La condición o papel de estudiante supone, esencialmente, estudiar. Sería una contradicción llamarse estudiante y no estudiar (como lo sería llamarse agricultor y no acudir diariamente a cultivar el campo). Por eso no tiene sentido supeditar el tiempo diario al tiempo de diversión; no hay que estudiar en el tiempo que queda después de divertirse, sino que hay que divertirse en el tiempo que queda después de estudiar.
Ser estudiante exige querer estudiar, poder estudiar y saber estudiar. Son tres capacidades que tienes que desarrollar con esfuerzo personal. No puedes esperar a que surjan por sí mismas. Tampoco puedes pretender que otras personas hagan estas tres cosas por ti.
Yo te voy a proponer que cambies la «rebeldía contra el estudio» por «la rebeldía de estudiar».
Gerardo Castillo, La rebeldía de estudiar (Adaptación)
1.       Lee el texto y resume entre cinco y ocho líneas.
2.       Señala el tema.
3.       ¿Cuál es la tesis? ¿Dónde aparece?
4.       ¿Qué argumentos emplea?
5.       ¿En qué partes se estructura el texto?

La culminación de la inteligencia, su éxito, está en dirigir bien la conducta. No estoy diciendo nada extraño. Una definición clásica de la inteligencia, admitida por tirios y troyanos, dice que es la capacidad de resolver problemas nuevos. Por lo tanto, la inteligencia dirige bien si permite resolver esas situaciones conflictivas, de lo contrario está funcionando mal. La principal función de la inteligencia es salir bien parados de la situación en que estemos. Si la situación es científica, consistirá en hacer buena ciencia; si es literaria, en escribir brillantemente; si es económica, en conseguir beneficios; si afectiva, en ser feliz.
Con frecuencia, la inteligencia no consigue realizar bien su función. Es fácil ilustrar con ejemplos la realidad del fenómeno. Empezaré por mí mismo. Siempre he tenido buenos resultados en los test de inteligencia, a pesar de lo cual tengo estropeado el mando de mi televisor desde hace cinco años, lo que convierte la conexión en una tarea ardua que me irrita y hace perder tiempo. Digan lo que digan los test, mi comportamiento es absolutamente estúpido. Contaré la historia de uno de mis alumnos, un muchacho brillante, con un altísimo cociente intelectual, al que confundió su facilidad. En plena marejada de la adolescencia se volvió consciente de sus capacidades y decidió aprovecharlas. Sus compañeros le parecían torpes y sus profesores mediocres. Se convirtió en jefecillo de una banda de chicos rebotados de la escuela, porque le gustaba mangonear a los demás, y vivió una historia vulgar de napoleón de barriada. Les incitó a que cometieran pequeños hurtos, le gustó disponer de dinero en abundancia, trapicheó con droga, dejó los estudios porque «la acción está en la calle», como decía. Parecía mayor. A los veinte años entró en la cárcel. ¿Era tan inteligente este alumno como decían sus test de inteligencia?
José Antonio Marina, La inteligencia fracasada (Adaptación)
1.       Este texto está en las fotocopias. Haz los ejercicios que allí se marcan.



Vamos a escribir una argumentación.
Preparación

 En primer lugar elegimos la idea que vamos a defender. Puede ser una de estas: los países ricos deben ayudar a los países pobres, debería invertirse más en educación, hay que proteger el medio ambiente, hay que escuchar más a los jóvenes.

A continuación vamos pensando los argumentos que vamos a utilizar. Los argumentos pueden ser datos o razonamientos. Los datos podemos buscarlos en libros, enciclopedias, Internet, o tomarlos de un periódico.
 Por último elegimos la estructura que vamos a dar a nuestro escrito: —primero la idea y luego los argumentos (estructura deductiva) —primero los argumentos y, al final, la idea (estructura inductiva)—primero la idea, luego los argumentos y, al final, de nuevo la idea (estructura encua­drada o circular).

Redacción
Pasamos a escribir nuestro texto argumentativo. Podemos seguir estos pasos.
  Le ponemos un título que se relacione con el tema central.
Desarrollamos el texto de acuerdo con la estructura que hemos elegido. Cuando pasemos de la idea a los argumentos o de estos a la conclusión, debemos cambiar de párrafo.
 Defendemos nuestras ideas con argumentos sólidos y razonados.
Combatimos las ideas que no aceptamos, pero con respeto.
 Resaltamos la coherencia del texto destacando la idea central y escribiendo de manera cla­ra y ordenada.
  Utilizamos los mecanismos de cohesión: repetimos las palabras clave o nos referimos a ellas con sinónimos o pronombres; unimos los párrafos y las ideas con los conectores correspondientes.

 Revisamos la ortografía, el estilo y la presentación.

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