ENFOQUE-ACCIÓN-COMUNICACIÓN-AQUÍ Y AHORA.

Tres reglas para tomar en cuenta en nuestro día a día.

1. Vivimos soñando, pensando, imaginando y planificando. Todo eso está muy bien...Pero que no se nos olvide que los sueños se pueden quedar en simples ideas si no los perseguimos. Lo mejor es que cada día hagamos algo (por pequeño que sea) que nos lleve a un paso más cerca de lo que soñamos.

2. Solemos creer que los demás saben lo que sentimos y que deberían comprendernos aunque no lo hayamos expresado. ¡Falso! Si no comunicamos nuestro sentir, es imposible que los demás puedan hacer algo al respecto.

3. Esperamos todos los días a que el anhelado <<futuro>> llegue y que sea tan hermoso como lo imaginamos. Pero, ¿hemos dado el primer paso, al menos, para que sea así? Recuerda que hoy es el futuro que un día imaginaste. Acciona en el presente para que puedas ver luego  los resultados.

Cuentos y leyendas de los vikingos: capítulo IV

Cuentos y leyendas de los vikingos.

Capítulo IV: <<El matador de dragones>>.

1. ¿Qué significa el nombre del protagonista, Björn?

2. ¿Por qué lo llaman así?

3. ¿Para qué viaja a Upsala?

4. ¿Qué encontró una noche durante el viaje?

5. ¿Qué le pide la anciana?

6. ¿Quién es Hott? ¿Qué le hacen los guerreros del rey Hrolf?

7. ¿Qué hace Björn con uno de los huesos que le tiran?

8. ¿Cuál es la apuesta que hacen él y el rey?

9. ¿Quién aterroriza a la ciudad? ¿Cuándo suele ir a la ciudad?

10.                 Resume el final del capítulo desde la aparición de ese ser en la historia?

ACTIVIDADES DE REPASO ESTRUCTURA MORFOLÓGICA.

Para aquellos alumnos de Tercero que habéis pedido palabras para practicar:

1. EL NIÑO LADRÓN Y SU MADRE

   
   
   Un niño robaba en la escuela los libros de sus compañeros y, como si tal cosa fuese buena, se los llevaba a su madre, quien, en vez de corregirlo, aprobaba su mala acción.
   En otra ocasión robó un reloj que asimismo entregó a su madre. Ella también aceptó el robo. Así pasaron los años y el joven se transformó en un ladrón peligroso.
   Mas un día, cogido en el momento de robar, le esposaron las manos a la espalda y lo condujeron a la cárcel, mientras su madre lo seguía, golpeándose el pecho. El ladrón llamó a su madre para decirle algo al oído, pero al acercarse el hijo, de un mordisco, le arrancó el lóbulo de la oreja.
   Recriminando la madre su acción, le dijo:
   –¡No conforme con tus delitos, terminas por herir a tu propia madre!
   A lo cual el hijo replicó:
   –Si la primera vez que te llevé los libros que robé en la escuela me hubieras corregido, hoy no me encontraría en esta lamentable situación.
   Esopo